Aplicado por debajo de la chapa no necesita mantenimiento posterior.
Reduce y economiza considerablemente el uso de energía (frío, calor).
Total adherencia a todo tipo de superficie, sin necesidad de pegamentos, ni sujetadores.
Alta resistencia a las substancias químicas, los ácidos y microorganismos.
Aplicado sobre estructuras deterioradas renueva la cubierta sin necesidad de cambiar partes averiadas.
Modificando así el coeficiente de dilatación de los materiales que cubre, otorgando rigidez estructural, actuando así como capa distribuidor de cargas.